Carlos Roberto de Jesús, un ex presidiario y asesino a sueldo que fue contratado por Maria Nilza Simoes para matar a una mujer con la que creía que su marido tenía una aventura.
El caso es que cuando estaba a punto de cometer el crimen, se apiadó de ella y decidió simular el asesinato.
Para ello usó kétchup sobre ella para simular la sangre de unas heridas muy profundas y mandárselas a María como pruebas del delito. Hasta ahí todo bien, ya que Carlos se quedó con el dinero y nadie resultó herido, pero entonces María decidió acusarle de asalto y robo de dinero.
Una vez que la policía capturó a Carlos Roberto, este confesó toda la historia y ahora los tres protagonistas de la historia están a la espera de juicios.